La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha la campaña #CalorSeguro para informar a los ciudadanos y las comunidades de vecinos de los peligros por un uso inapropiado de chimeneas, estufas, braseros o calentadores, causantes en muchas ocasiones de fuegos o emanaciones de monóxido de carbono en los hogares.
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, ha presentado hoy esta iniciativa en la sede de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112) y que tiene como objetivo prevenir con carácter general a la población de determinados riesgos en las viviendas, una acción que desde hace siete años viene realizando el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid.
#CalorSeguro se estrena en las redes sociales del Ejecutivo regional ante la bajada de temperaturas y por el aumento de la utilización de chimeneas, estufas o braseros como una opción más asequible para calentar los hogares.
En este sentido, López ha señalado que “el alza en las tarifas de la electricidad y el gas, propician que con la llegada del frío y el uso de fuentes de calor poco comunes, debido a un incorrecto mantenimiento, mal uso, o que incluso las estancias que se quieran calefactar no sean las adecuadas, puedan generar situaciones de riesgo en el hogar”.
“Las principales claves que propician estos siniestros son los meses fríos, la noche, las personas mayores, municipios pequeños y los mencionados sistemas de calefacción”, ha destacado el consejero.
La campaña informativa #CalorSeguro centra sus esfuerzos en proponer medidas correctivas como emplear detectores de humo que permitan alertar de situaciones de alarma, sobre todo de noche, muy útiles y de bajo coste en su instalación. En este sentido, en España, la implantación del detector no llega ni al 10% de los hogares, según datos de las empresas fabricantes y distribuidoras nacionales, mientras en países vecinos, como Francia, Alemania o Gran Bretaña, su instalación es obligatoria.
El Gobierno autonómico difunde videos informativos y preventivos con #CarlorSeguro para establecer pautas sobre los sistemas de calefacción alternativos, uso y manejo y se presta una especial atención a personas mayores en zonas rurales.
Consejos para evitar incendios en las viviendas
Se debe evitar el uso de aparatos alternativos para calentarnos o cocinar, especialmente si son de exterior como hornillos o barbacoas. Al utilizar chimeneas, estufas o braseros que puede producir una mala combustión, por lo que es recomendable mantener las estancias ventiladas y nunca introducir estos elementos en el dormitorio.
Los calefactores eléctricos consumen mucha potencia y deben conectarse directamente a la toma de red de la pared en lugar de hacerlo conectado a una regleta. El riesgo de incendio por sobrecalentamiento y cortocircuito aumenta en las instalaciones antiguas sin los actuales sistemas de protección y en instalaciones defectuosas o manipuladas por personal no especializado. En cualquier caso, debemos utilizar regletas homologadas y evitar sobrecargarlas. Casi la mitad de los siniestros que se producen en las viviendas, el 47,4%, tienen su origen en el salón.
Todo aparato generador de calor, tanto eléctrico como de combustión, supone un riesgo importante de incendio por contacto accidental con cualquier material combustible, por lo que es necesario evitar poner ropa húmeda que queramos secar sobre estos y mantener cortinas, alfombras o cualquier otro tipo de material que pueda arder fácilmente alejados como mínimo a un metro de distancia de la fuente de calor.
Hay que tener un especial cuidado con la chimenea. Es importante limpiar el conducto una vez al año y no emplear acelerantes para su puesta en marcha, utilizar leña seca que evite el exceso de hollín, y retirar las cenizas enfriándolas en un cubo metálico antes de desecharlas al contenedor de basura.
En caso de incendio
En caso de incendio, lo primero que hay que hacer es comprobar si el fuego afecta a una planta superior o inferior a la que ocupamos en ese momento. Si ocurre en una planta superior, debemos bajar a pie -si no hay humo en la escalera- y salir a la calle. Si el incendio está en la planta inferior, lo mejor es permanecer donde nos encontramos, colocar toallas y ropa húmeda bajo la puerta para evitar la entrada de humo y acercarnos a una ventana para ser vistos y que puedan rescatarnos.
El estudio de víctimas de incendios en España de 2021, realizado por la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) dado a conocer días atrás en el Parque de Bomberos de Alcobendas, señala que el año pasado fallecieron en España 204 personas víctimas de incendios, de las que 152 lo fueron en viviendas. Esta cifra supone un incremento de más del 20% respecto a las cifras de 2020, y son de gran utilidad a la hora de detectar las prioridades a adoptar en materia de prevención.
En la región de Madrid el año pasado murieron 15 personas como consecuencia del fuego, de las que 13 se contabilizaron por siniestros en domicilios. La cifra sitúa a la región como la quinta comunidad autónoma con una menor ratio de víctimas por millón de habitantes de España (1,9) por detrás de La Rioja, Cantabria, Melilla o Castilla-La Mancha, y más alejada de la media española (3,2). Además, se encuentra por debajo de otras regiones similares en cuanto al ratio poblacional como Cataluña (3,9) o Comunidad Valenciana (2,7).
La Comunidad de Madrid es una de las más seguras al contar con una correcta implantación normativa en protección contra incendios y disponer de dos de los servicios de bomberos más importantes de Europa (el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y el de la ciudad de Madrid), con tiempos de respuesta y capacidades operativas de altísima eficacia pero, aun así, cualquier medida preventiva siempre es recomendable.