Este viernes, 31 de mayo, San Fernando de Henares ha vivido una de las citas más esperadas de sus Fiestas Patronales: los Fuegos Artificiales. Este año, han sido mucho más espectaculares que otros, pero la cita ha tenido de todo.
Nada más y nada menos que 15 minutos de auténtica traca de todos los colores iluminaban el cielo de la ciudad, centenares de personas se arremolinaban en los alrededores del Paseo de los Pinos para no perderse nada.
A los vecinos que se habían sentado en la glorieta para ver los fuegos, la Policía les decía que se tenía que ir, «no por gusto, sino por riesgo de derrumbe». Una anécdota que nos recuerda la situación actual de la ciudad.
El primer petardo anunciaba que estaban a punto de comenzar y a uno o dos minutos de las 00:00 horas comenzaban. La espectacularidad de este año residía no solo en la cantidad sino en la pirotecnia que era muy diversa.
Todo marchaba en orden hasta que las personas han empezado a nota que les caía «algo del cielo», cenizas pensaban, y han continuado viendo el espectáculo sin mayor problema. Sin embargo, un tipo de pirotecnia específico y el viento que soplaba bastante esta noche han hecho que los restos, aún candentes, de los fuegos se vinieran encima de los vecinos.
Han pasado unos minutos de tensión en el que algunas personas se han movido para resguardarse y otras han comentado el momento con cierta «inseguridad». «A mí me está dando respeto esto», decía una vecina. (En el vídeo que ponemos a continuación se capta uno de los momentos en los que los restos han caído sobre las personas).
La situación no ha sido nada grave, y por el momento, no hemos tenido constancia de que nadie haya sufrido ningún daño ni quemadura, de hecho, el final de los fuegos, una traca llena de colores, ha arrancado los vítores y ovaciones del público.
Otro de los momentos destacables, y que también refleja la situación del municipio, ha sido la «casualidad» de que un avión regular haya pasado por los fuegos. A los ánimos y gritos del público se han unido los comentarios de algunos presentes. «Ha sido un momento muy poético», decía una joven.
Sin duda, han sido unos fuegos que este año no han dejado indiferente a nadie y que han subido el listón de la pirotecnia en la ciudad.
El año que viene más, ¡y mejor!
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