No pudo ser. El sanfernandino Javier Pérez Polo (5º del ranking mundial de -68 kg.) estuvo a punto de colgarse el bronce pero la medalla se le escurrió entre los dedos. Se había impuesto con solvencia (7-1 y 2-2) al tailandés Banlung Tubtimdang, nº12 del mundo.
Solo con eso ya había superado lo hecho anteriormente en Juegos Olímpicos, dado que en Río estuvo como reserva y en Tokio cayó en primera ronda. Pero llegaban palabras mayores con el taekwondista local Souleyman Alaphilippe (4º del ranking). Dicho por muchos deportistas olímpicos, está siendo muy duro, a veces hostil, medirse a competidores franceses en París. Pero Javi superó a su rival y al público con un 2-1, 4-2 y 3-1 que lo metía en semifinales.
Llegaba su semifinal contra el líder del ranking mundial y actual campeón olímpico en la categoría de taekwondo masculino -68 kg. El competidor de Uzbekistán Ulugbek Rashitov se impuso claramente en dos asaltos por (7-3 y 3-3) mandando a Javi a la lucha por el bronce.
A pesar de esa derrota todo parecía de cara para el sanfernandino. Había ganado bien los dos primeros y en las semis había caído con quien después sería medalla de oro sin haber cedido ni un solo asalto.
Su rival por el bronce sería el brasileño Edival Pontes, era undécimo del mundo y un taekwondista que había clasificado por repesca al perder frente al finalista jordano, y posterior plata olímpica, Zaid Kareem en cuartos de final.
Sin embargo, un ajustado marcador de 3-3, 4-6 y 4-3 dio la medalla al brasileño que saltaba de júbilo tras el combate. Se iba a subir al podio sin llegar como top-10 Mundial y además le había quitado la medalla a todo un número 5 del mundo como Javi Pérez Polo.