El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado, en su reunión de hoy, la renovación por dos años del convenio de cooperación con la Junta de Castilla-La Mancha para el uso del abono transporte madrileño en los desplazamientos entre ambas regiones.
Desde 2001 las dos administraciones han colaborado para facilitar el transporte público a los ciudadanos mediante estos acuerdos. El último suscrito en 2016 fue prorrogado para 2020 y 2021. Con este nuevo se extenderá su vigencia hasta el 31 de diciembre de 2023, pudiendo prolongarse por un máximo de dos años.
La financiación se distribuye según la residencia de los abonados y su movilidad. De esta manera, el importe de las aportaciones se determina anualmente según los viajes realizados, la tarifa de compensación y la recaudación obtenida por la venta de los títulos de transporte.
El gasto plurianual derivado asciende a 34,6 millones de euros autorizados por el Consejo de Gobierno, estimación que resulta de deducir al total de necesidades previstas el importe de los ingresos tarifarios estimados.
100.000 viajeros cada año
El convenio vigente beneficia a unas 20.000 personas que se desplazan a diario desde Guadalajara y Toledo hasta Madrid ciudad y la corona metropolitana. Estos usuarios cuentan con las modalidades E1 y E2 del abono de transportes para acceder a las líneas de autobuses interurbanos y Cercanías Renfe que comunican la capital con casi un centenar de municipios.
Desde la Comunidad de Madrid y hacia las provincias de Guadalajara y Toledo se contabilizan unos 100.000 viajeros cada año. De estos, un 20% lo hace de forma habitual, mientras que un 80% realizan viajes puntuales.
Además, disponen de un conjunto de títulos interzonales que permiten conectar las provincias limítrofes con las distintas zonas tarifarias sin necesidad de adquirir la máxima. Todas las modalidades están disponibles para abonos jóvenes -hasta 26 años de edad- y normales -resto de usuarios- y los periodos de validez mensual y anual.