La Comunidad de Madrid mantendrá durante toda la semana el nivel 2 de alto riesgo por calor. Hasta el jueves se superarán los 38,5ºC.
Según la evolución de las temperaturas máximas previstas para esta semana, el martes se llegará a las 38,9ºC; el miércoles, 39,5ºC; jueves 39,3ºC y el viernes 38ºC.
El nivel de alerta se define en función del riesgo establecido por las temperaturas máximas previstas.
De esta forma, la alerta tipo 2 se activa cuando la temperatura máxima prevista para ese día o alguno de los cuatro siguientes es superior a 38,5 ºC o se prevé que haya más de tres días consecutivos de este periodo con temperaturas máximas superiores a 36,5 ºC.
Con motivo de esta alerta, la Comunidad de Madrid aconseja tener precaución en las horas centrales del día; hidratarse con frecuencia y evitar la actividad física en el exterior.
Plan de Vigilancia y Control de los Efectos de las Olas de Calor
La Consejería de Sanidad dispone de un Plan de Vigilancia y Control de los Efectos de las Olas de Calor diseñado para minimizar sus consecuencias.
Es un plan preventivo en el que se informa, tanto a la población general como a los profesionales sanitarios y de los servicios sociales, con la antelación suficiente para que en caso de ola de calor la población pueda adoptar las medidas de protección adecuadas.
El objetivo general es minimizar las consecuencias para la salud de las altas temperaturas. Dentro de las actividades se encuentran la determinación de los niveles de riesgo, la activación de alertas por calor extremo y la difusión de la información al ciudadano.
Esta información es útil para que la población más vulnerable, personas mayores, niños y enfermos crónicos (con problemas cardiovasculares, respiratorios, etc.), adopte las medidas de precaución adecuadas para minimizar los riesgos para la salud de las altas temperaturas.
El calor extremo puede desencadenar serios problemas de salud. La mayor parte de la mortalidad y los ingresos hospitalarios durante las olas de calor se deben al agravamiento y descompensación de enfermedades crónicas en fases avanzadas, sobre todo las de tipo cardiocirculatorio y respiratorio. Pero, además, la exposición al sol y a altas temperaturas provoca efectos directos en el organismo.