Las olas de calor son episodios de temperaturas extremas muy altas que pueden tener consecuencias sobre la salud de la población: dermatitis, edemas, quemaduras, insolación, calambres, síncope por calor, etc. y en algunos casos consecuencias más graves como el agotamiento por calor o el golpe de calor que puede llegar a ser mortal o dejar importantes secuelas.
Desde la Comunidad de Madrid recomiendan que, durante los periodos de ola de calor se tenga especial precaución con el almacenamiento, la conservación y el transporte de los medicamentos para que sigan manteniendo sus propiedades.
El riesgo más grave es el golpe de calor, pero existen otras situaciones de agotamiento por calor y/o aparición de calambres que requieren también de cuidados de rehidratación. Si tienes una gran sudoración junto con sensación de debilidad o mareo, o si aparecen calambres musculares, dolor de cabeza, náuseas, etc., debe cesar toda actividad, beber líquidos y refrescar el cuerpo.
Si te notas indispuesto por el calor pide ayuda, y si los síntomas se agravan, consulta con tu Centro de Salud o llamar al 112.
Hidrátate con frecuencia
Bebe con frecuencia bastante agua, zumos de frutas, refrescos o bebidas isotónicas (al menos 2 litros diarios) aunque no sienta sed.
No abuses de bebidas con alcohol, con mucha cafeína o muy azucaradas, pues pueden hacerte perder más líquido corporal.
Fundamental: bebe y haz beber líquidos con frecuencia a las personas a tu cuidado (niños, ancianos, enfermos crónicos, discapacitados, etc.) para conseguir una buena hidratación.
La alimentación es clave
Haz comidas ligeras y que ayuden a reponer las sales minerales perdidas con el sudor (gazpachos ligeros, ensaladas frías, verduras, etc.) y evita comidas copiosas y calientes.
Come con moderación, evitando excesos. Varía la dieta con distintos tipos de verduras y hortalizas, ensaladas, gazpacho, etc., así como la fruta de verano (sandía, melón, etc.). Estos alimentos son muy recomendables por su alto contenido en agua y sales minerales.
Si estás en el casa
Protégete del sol y evita salir a la calle en las horas más calurosas del día. En casa baja las persianas y los toldos de las fachadas expuestas al sol.
Consejos en los vehículos
Nunca dejes a nadie, personas o mascotas, en un vehículo expuesto al sol en verano, sobre todo niños pequeños, ancianos o enfermos crónicos.
Precauciones en el exterior
Permanece durante el mayor tiempo posible en los lugares más frescos, a la sombra o climatizados y refréscate siempre que lo necesites.
No te esfuerces demasiado cuando esté haciendo mucho calor y no realices deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12.00 a 17.00 horas).
Utiliza ropa ligera de colores claros y que dejen transpirar, y en el exterior cúbrete la cabeza con un sombrero o gorra.
Protégete frente a las radiaciones solares. Durante el verano y otros periodos de alta radiación solar hay que ser muy cautelosos con la exposición solar para evitar sus efectos perjudiciales como son el envejecimiento prematuro de la piel, quemaduras, insolación, manchas solares, lesiones cancerosas o cataratas.
Si los síntomas se agravan, llama al 112
Si los síntomas se agravan y si te notas indispuesto por el calor, pide ayuda a un pariente o a un vecino. Si no tienes a nadie cercano, llama a los Servicios Sociales de tu Ayuntamiento, a tu Centro de Salud o llama al 112.